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jueves, 24 de septiembre de 2015

Importancia del uso del la voz y la expresión corporal en el teatro dentro del ambiente educativo.


El teatro es una de las artes escénicas por excelencia y requiere de ciertas exigencias por parte de aquellas personas que lo practican.  El que cultiva el teatro debe reunir tanto cualidades vocales como también un buen manejo de su cuerpo.  La voz, como instrumento musical natural del ser humano, es el principal medio de comunicación con nuestros semejantes.  Ella tiene algunas características, tales como: timbre, el cual debe ser suave, fresco, elegante y no estridente; tesitura, que permita el manejo tanto de los sonidos agudos como de los graves; proyección, que le permite a la persona ser oída sin problemas desde el primero hasta el último sujeto de la audiencia y resistencia, la cual garantizará mantener las cualidades anteriores durante el tiempo que dure su trabajo teatral, sin ningún tipo de desgaste o pérdida.
Ahora bien, en el ámbito pedagógico, tanto docentes como estudiantes deben tratar de consolidar ejercicios de vocalización, calentamiento, dicción y pronunciación a fin de adquirir paulatinamente las condiciones deseables mencionadas anteriormente.  Ello con el propósito de sacar el mayor provecho a la voz, mejorando la calidad del desempeño artístico y pedagógico, tanto dentro como fuera del aula.  Pero no sólo la voz hace al expositor idóneo, sino que también debe reunir otras cualidades en lo que respecta a la proyección de su imagen corporal.
 
Como todos sabemos, la persona cuando habla también realiza comunicación gestual, a través del movimiento de sus manos, brazos, torso, piernas, pies y por supuesto su cabeza y rostro.  Es muy importante también conocer algunos aspectos indeseables que se deben evitar, tales como: movimientos bruscos de manos y pies, movimientos reiterados, caminar demasiado, manipular objetos nerviosamente mientras se habla, tocarse determinadas partes del cuerpo (cabello, nuca, manos, cintura), hacer demasiadas muecas y/o exagerarlas, entre otras.
El teatro es muy útil porque nos permite conocer estos detalles, descubrirlos en nuestro propio cuerpo, potenciar nuestros aspectos positivos de voz y expresión corporal y a su vez minimizar nuestros hábitos indeseables (muletillas, carraspeos, nerviosismo), que son en la mayoría de los casos, los elementos que causan distracciones en la audiencia.  Además de ello, la ejercitación teatral permite desarrollar facetas e imitaciones, mejorar nuestra memoria a través de los guiones y libretos, explotar nuestra creatividad e ingenio, y lo mejor de todo: disfrutar y vivir la fantasía de encarnar un papel, lo cual es algo que no podemos vivir muy a diario.  De aquí que la técnica teatral nos da la oportunidad de crecer y mejorar, física, intelectual y hasta lúdicamente, interactuando con otras personas que también valoran y disfrutan este maravilloso arte que en la actualidad debe procurarse difundir y exaltar.

Jorge Mora Tovitto.
Docente de Música.

miércoles, 23 de septiembre de 2015

PEQUEÑA REFERENCIA HISTÓRICA DEL TEATRO

El teatro es tan antiguo como el hombre, quien desde sus orígenes ha tenido la necesidad de comunicar a sus semejantes sus sentimientos, emociones, situaciones y experiencias.  Desde el momento en que la tribu comenzó a bailar alrededor de la fogata nocturna, elevando cánticos y adoraciones a sus dioses, o cuando empezó a imitar a los animales, a los elementos o a sus semejantes, desde ese momento comenzó a hacer teatro.
Este arte comenzó a tener verdadera relevancia en la antigua Grecia, ya allí se comenzó a tomar en serio las caracterizaciones que realizaban bohemios, maromeros, bailarines, músicos y trovadores.  Este teatro de calle ya contaba con máscaras, caretas y vestuarios y hacían representaciones ligadas a su propia religión. Normalmente espectadores y actores se juntaban en la orilla de los cerros. Los primeros se instalaban en las faldas, con el fin de escuchar y ver la obra sin problemas.  Esta actividad fue evolucionando lentamente hasta llegar al Epidauro, magnánima construcción que constituye un verdadero escenario, ícono del teatro griego.
A lo largo de la historia, el teatro se ha utilizado como complemento de celebraciones religiosas, como medio para divulgar ideas políticas o para difundir propaganda a grandes masas, como entretenimiento y también como arte. A través de los siglos ha desarrollado su actividad en tres niveles al mismo tiempo: como entretenimiento popular, como importante actividad pública y como arte para la élite. En el primer caso, ha habido siempre individuos o pequeños grupos que trabajan por su cuenta, y ejecutan diversos tipos de representación, desde números de circo hasta farsas para grandes masas.
Finalmente, puede decirse que en la actualidad el teatro constituye un excelente entretenimiento para niños y adultos, pero en vista de que es un arte poco reconocido por el público pues ha quedado relegado y circunscrito a algunas instituciones educativas y a pequeños grupos de la sociedad que verdaderamente valoran esta llamativa y milenaria expresión artística.